domingo, 20 de febrero de 2011

Su billete, caballero?

Acuático espejismo de fuego y pasión. Unos ojos que parecían mirarme de todas partes pero cuyo color no lograba percibir. Me atravesaban como el suave palpitar de tus dedos en los pliegues de mi camisa. Como ese olor abstracto que me resultaba tan misterioso y seductor.Vagamente me pregunté dónde estaba, pero en realidad eso no tenía ninguna importancia en el guión. Sólo debía seguir mi papel, en aquel escenario en el cual  no había más protagonistas que nosotros dos, observados por el público de la suave oscuridad que acariciaba nuestra piel y el sonido de nuestras respiraciones que no era sinó la via de escape de nuestra imaginación. El mudo lenguaje de nuestros más profundos anhelos. La sonrisa mediante la cual la película perdía toda importancia. La sonrisa con la que te convertiste en mi actriz preferida.

1 comentario:

Unknown dijo...

La sonrisa mediante la cual la película perdía toda importancia. La sonrisa con la que te convertiste en mi actriz preferida.
Me gustan estás dos frases!

Siempre basado en un guión.