sábado, 22 de enero de 2011

Soñé que despertaba de un sueño

Y soñé que me despertaba de un sueño. Ya no me contemplabas con esos ojos inquietos que ansiaban descifrar mis gestos, sinó con el afecto casi rutinario, forzado e inevitable de las personas casadas. Ya no nos sentábamos en aquel césped de un jardín que no era nuestro, a arrancar la hierba mientras nos decíamos mil cosas sin mediar palabra. Ya no contábamos estrellas aun sabiendo que aquella infinita cuenta no era más que una excusa para eternizar ese momento. Y soñé que despertaba de un sueño. Ya no soñábamos volar hasta lo más alto, hasta aquel lugar inexistente que sólo tú y yo eramos capaces de crear; un lugar construído de miradas, sonrisas y promesas de amor. Ya no me erizabas hasta el último pelo de mi cuerpo al rozarme con aquellas manos cuya suavidad había llevado grabada a fuego en mi piel. Esta vez era capaz de reconocerte aun desde lejos. Tu caminar, tu sonreir, tu mirar: ya no era un misterio para mi. Y soñé que me despertaba de un sueño. Toda mente necesita un misterio que resolver. Todo corazón necesita a otro por el que consumirse. Todo cuerpo necesita a otro al que abrazar. Y soñé que me despertaba de un sueño. Eso soñé. Espero que no sea más que eso, un sueño.

3 comentarios:

M. Bernabé dijo...

Geniaaaaaaaaaaal! :)
"Ya no contábamos estrellas aun sabiendo que aquella infinita cuenta no era más que una excusa para eternizar ese momento." Dios, esta frase me ha encantado... :) esta frase, y toda la entrada :D

Anónimo dijo...

Preciós, magnífic, estupendu :) Però un pèl massa pessimista :) Més alegria!! xD

Però és molt bonic guapo

The Wave

Unknown dijo...

No es agradable soñar que despiertas de un sueño así... (no me gusta el "con el afecto casi rutinario, forzado e inevitable de las personas casadas").